54 osados alumnos y sus profes de Religión salimos el día 21 de Enero con permiso de Villacastin que siempre está cerrado por el hielo y llegamos a Ávila que nos esperaba cubierta de nieve.
No dábamos crédito a nuestros ojos y no sabíamos aún si debíamos atribuir a la suerte o al infortunio ese manto blanco caído del cielo.
La incertidumbre duró poco, el tiempo que se tarda en prensar con las manos unos copos recién caídos, mullidos y esponjosos. No preguntéis a los alumnos qué vieron o qué monumentos visitaron. Porque entre bola va y bola viene hicimos algo de turismo cutural, que no al revés.
Pese a que la nieve ralentizaba nuestros desplazamientos y nos impidió subir a la muralla, fue mucho mas lo que nos dio: diversión segura y barata.
10 años hace que no nieva en Madrid y algunos se van hasta Andorra a buscarla. Yo fui con mi clase a Ávila y , aunque aun me duele el bíceps derecho y no sé por qué, de esta excursión me acordaré siempre.
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