París 2014
Texto escrito por Daniela Junker García (1º de Bachillerato B)
Y otro año
más ha sido posible realizar este viaje con destino a París que nos ha regalado
un montón de recuerdos, experiencias nuevas, y sobre todo un gran puñado de
conocimientos acerca de la lengua francesa y sobre la cultura de éste país. Todo
comenzó un lunes 7 de abril, a las siete de la mañana en el aeropuerto de
Madrid. Este año las dos profesoras encargadas traían grandes expectativas, y
desde luego ganas de acompañarnos, ya que éramos un grupo reducido y siempre
apetece romper la rutina y demostrar que la mejor manera de aprender los
idiomas es viajar. Y así, desde el primer día estuvimos aprovechando hasta el
último minuto de nuestro viaje.
Nos alojamos por grupos de tres o cuatro en familias de acogida con las que pudimos practicar nuestro francés. Éstas se situaban alrededor del pueblo de Versalles. En Versalles, por las mañanas recibimos clases de tres horas al día en las que interactuamos mucho, y, sobre todo, mejoramos nuestra expresión oral. A mediodía tomábamos el tren hacia el centro de París, y allí, con la compañía de Marian, una antigua profesora de historia del instituto, recorrimos las calles y los más importantes monumentos mientras ella nos hablaba acerca de su enmarque cultural e histórico. Visitamos el palacio de Versalles con sus impresionantes jardines, Notre-dame, la ópera parisina, el arco del triunfo, los campos elíseos, y todas las calles más importantes, además de subir hasta el último piso de la torre Eiffel y contemplar la maravillosa ciudad que nos rodeaba desde el cielo. Uno de los días fue incluso más especial que los demás: desde bien temprano cogimos el tren y subimos hasta el conocido barrio de Montmatre para hacer una especie de gymcana por todos los rincones del barrio, y así poder conocer a fondo cada uno de sus encantos. Y ese mismo día, por la tarde, hicimos una preciosa ruta en barco por el Sena desde donde pudimos apreciar incluso más detalles aún de París, al borde de su río principal. Tuvimos también una suerte increíble con el tiempo, y a la vuelta, vinimos con pena, pero felices por haber podido traer con nosotros los mejores recuerdos. Finalmente, creo que puedo dar las gracias en nombre de todos los alumnos a las profesoras María y Helena que nos dieron la oportunidad de vivir un viaje tan especial.
Nos alojamos por grupos de tres o cuatro en familias de acogida con las que pudimos practicar nuestro francés. Éstas se situaban alrededor del pueblo de Versalles. En Versalles, por las mañanas recibimos clases de tres horas al día en las que interactuamos mucho, y, sobre todo, mejoramos nuestra expresión oral. A mediodía tomábamos el tren hacia el centro de París, y allí, con la compañía de Marian, una antigua profesora de historia del instituto, recorrimos las calles y los más importantes monumentos mientras ella nos hablaba acerca de su enmarque cultural e histórico. Visitamos el palacio de Versalles con sus impresionantes jardines, Notre-dame, la ópera parisina, el arco del triunfo, los campos elíseos, y todas las calles más importantes, además de subir hasta el último piso de la torre Eiffel y contemplar la maravillosa ciudad que nos rodeaba desde el cielo. Uno de los días fue incluso más especial que los demás: desde bien temprano cogimos el tren y subimos hasta el conocido barrio de Montmatre para hacer una especie de gymcana por todos los rincones del barrio, y así poder conocer a fondo cada uno de sus encantos. Y ese mismo día, por la tarde, hicimos una preciosa ruta en barco por el Sena desde donde pudimos apreciar incluso más detalles aún de París, al borde de su río principal. Tuvimos también una suerte increíble con el tiempo, y a la vuelta, vinimos con pena, pero felices por haber podido traer con nosotros los mejores recuerdos. Finalmente, creo que puedo dar las gracias en nombre de todos los alumnos a las profesoras María y Helena que nos dieron la oportunidad de vivir un viaje tan especial.
Daniela guapa!!!
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