Entrada del Hospital Psiquiátrico de Ciempozuelos |
El pasado 21 de Enero los alumnos de Psicología de 2º de
Bachillerato hemos realizado una visita al Psiquiátrico de Ciempozuelos, es
decir, al Complejo Asistencial Benito Menni.
Allí nos recibieron una de las hermanas hospitalarias, Maribel, que desarrolla su labor en el centro como enfermera, y el jefe del Voluntariado, Juan.
Primero vimos un documental breve sobre la vida de Benito Menni, fundador de la Casa y restaurador de la Orden de S. Juan de Dios (rama de hombres) y de las Hermanas Hospitalarias (rama de mujeres), en España, allá por 1866. San Benito Menni vivió entre 1841 y 1914, fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 1991 y está enterrado en esta Casa de Ciempozuelos. El lema al fundar estos dos centros, tanto el de hombres como el de mujeres, era "Caridad y Ciencia", así el objetivo es tanto darles la atención sanitaria que necesitan las personas con una enfermedad mental, como una asistencia humana que respete su dignidad y sus derechos. En este sentido su obra es puntera no sólo en España sino en el mudo entero, en una época en la que a estos enfermos lo único que se les hacía era apartarles de la sociedad encerrándolos, y el único tratamiento utilizado con ellos consistía en la aplicación de métodos eminentemente punitivos y disuasorios, para tenerlos "tranquilos", que tanta literatura oscurantista y tenebrosa han generado, y que tienen como consecuencia la estigmatización social de la enfermedad mental, tan arraigada incluso en nuestros días.
Después nos contaron cómo está organizado el Centro:
I. Área de Salud Mental
II. Área de Psicogeriatría
III. Área de Discapacidad Mental
Las áreas están distribuidas en edificios separados dentro de todo el complejo. Tienen también muchos jardines y zonas de expansión, cafetería, talleres, Capilla, salón de actos... Aquí trabajan 400 profesionales (psiquiatras, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, educadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales) para 680 pacientes, que se corresponden con el número de camas de que disponen. ¡Es una ratio sorprendente! ¿no?. Tocan a 1 enfermo y un poco cada uno (1,7). ¡Guau!
Un dato que nos impactó mucho es que el 90% de los pacientes entre 18 y 40 años, están en el centro con diagnóstico de esquizofrenia producida por consumo de sustancias tóxicas, es decir, drogas. El consumo de un "simple" porro (simple entre comillas, porque inocuo no hay nada en este campo) deja una huella cerebral que, unida a circunstancias genéticas que hagan a una persona más propensa a ser esquizofrénica pueden desencadenar que aparezca la enfermedad, y más en la franja de los 18 a los 30 años donde nuestro cerebro tiene más facilidad para que esta se produzca. Si su vida es normal no pasa nada, pero si consume drogas la enfermedad se dispara. Muchas veces los síntomas se tapan y cuando se llega a un diagnóstico se ha perdido mucho tiempo. Además, LA ENFERMEDAD MENTAL NO SE CURA, SE TRATA. La medicación es para siempre.
También nos hablaron de los voluntarios, a los que dan una formación mínima, de 3 sesiones, para prepararles. Los programas en los que intervienen son: Acompañamiento a residentes, Actividades junto a terapeutas y educadores, Talleres y Pastoral de la Salud. Todos salimos de allí queriendo ser voluntarios.
Allí nos recibieron una de las hermanas hospitalarias, Maribel, que desarrolla su labor en el centro como enfermera, y el jefe del Voluntariado, Juan.
Primero vimos un documental breve sobre la vida de Benito Menni, fundador de la Casa y restaurador de la Orden de S. Juan de Dios (rama de hombres) y de las Hermanas Hospitalarias (rama de mujeres), en España, allá por 1866. San Benito Menni vivió entre 1841 y 1914, fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 1991 y está enterrado en esta Casa de Ciempozuelos. El lema al fundar estos dos centros, tanto el de hombres como el de mujeres, era "Caridad y Ciencia", así el objetivo es tanto darles la atención sanitaria que necesitan las personas con una enfermedad mental, como una asistencia humana que respete su dignidad y sus derechos. En este sentido su obra es puntera no sólo en España sino en el mudo entero, en una época en la que a estos enfermos lo único que se les hacía era apartarles de la sociedad encerrándolos, y el único tratamiento utilizado con ellos consistía en la aplicación de métodos eminentemente punitivos y disuasorios, para tenerlos "tranquilos", que tanta literatura oscurantista y tenebrosa han generado, y que tienen como consecuencia la estigmatización social de la enfermedad mental, tan arraigada incluso en nuestros días.
Después nos contaron cómo está organizado el Centro:
I. Área de Salud Mental
II. Área de Psicogeriatría
III. Área de Discapacidad Mental
Las áreas están distribuidas en edificios separados dentro de todo el complejo. Tienen también muchos jardines y zonas de expansión, cafetería, talleres, Capilla, salón de actos... Aquí trabajan 400 profesionales (psiquiatras, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, educadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales) para 680 pacientes, que se corresponden con el número de camas de que disponen. ¡Es una ratio sorprendente! ¿no?. Tocan a 1 enfermo y un poco cada uno (1,7). ¡Guau!
Un dato que nos impactó mucho es que el 90% de los pacientes entre 18 y 40 años, están en el centro con diagnóstico de esquizofrenia producida por consumo de sustancias tóxicas, es decir, drogas. El consumo de un "simple" porro (simple entre comillas, porque inocuo no hay nada en este campo) deja una huella cerebral que, unida a circunstancias genéticas que hagan a una persona más propensa a ser esquizofrénica pueden desencadenar que aparezca la enfermedad, y más en la franja de los 18 a los 30 años donde nuestro cerebro tiene más facilidad para que esta se produzca. Si su vida es normal no pasa nada, pero si consume drogas la enfermedad se dispara. Muchas veces los síntomas se tapan y cuando se llega a un diagnóstico se ha perdido mucho tiempo. Además, LA ENFERMEDAD MENTAL NO SE CURA, SE TRATA. La medicación es para siempre.
También nos hablaron de los voluntarios, a los que dan una formación mínima, de 3 sesiones, para prepararles. Los programas en los que intervienen son: Acompañamiento a residentes, Actividades junto a terapeutas y educadores, Talleres y Pastoral de la Salud. Todos salimos de allí queriendo ser voluntarios.
Además de aprender y tener un contacto directo con esta realidad,
más allá de lo académico como actividad complementaria de la asignatura, la
visita no nos ha dejado indiferentes. Nos ha llevado a reflexionar sobre
cuestiones fundamentales de la vida y, sobre todo, nos ha tocado el corazón, nos
ha hecho sentirnos privilegiados por haber podido compartir un tiempo con estas
personas tan especiales, tan llenas de Amor y de ganas de vivir. ¡Gracias
Ciempozuelos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario